2009
La casa de Elena
Plaza nueva
La plaza nueva de Alicante ha sido históricamente un lugar de transito, centro de ningún sitio y lugar de intercambio social del primer ensanche extramuros de la ciudad, del primer barrio obrero de Alicante cuyo conjunto crea una imagen urbana de composición académica de finales del siglo XIX.
La vivienda coloniza una planta y el palomar de un antiguo edificio volcado sobre la Plaza. El espacio es reducido pero dentro debían ocurrir muchas cosas. Se proyecta la vivienda en función de las futuras acciones de sus usuarios y de sus elementos de relación y de su filosofía de vida.
Ésta relación de los usuarios con el espacio y su visión del mismo, puede ser modificada a través de pequeños gadets que mutan los espacios, los cuales se entremezclan para optimizar su aprovechamiento.
Los habitáculos se pueden modificar y adicionar a través de éstos diferentes artilugios, transformándose en dispositivos cambiantes en función de los diversos usos, permitiendo realizar muchas acciones en el mismo espacio.
Se busca la generación de sensaciones a través de la creación de micropaisajes interiores donde el agua, la luz y la vegetación cogen papeles predominantes, en esta búsqueda de generar espacios ambiguos de usos compartidos.
Se optó por ubicar la zona privada de la casa en la planta inferior y la publica en la superior con el fin de optimizar el uso de la terraza del antiguo palomar. Consiguiendo la intimidad de la zona privada a través de muros y estanterías que se desplazan reconvirtiendo el espacio abierto de la planta baja en un pequeño laberinto de escaleras que te conducen hacia la planta superior.
Estos muros y estanterías, garantizan el funcionamiento medioambiental de la vivienda, generando corrientes diferentes y ventilación de las estancias en función de los usos que se concatenan a lo largo del día.
La planta más pública es la superior, a la que se accede a través de la escalera, la cual va girando hasta mirar a la plaza. Buscando la sorpresa el techo cambia, las vigas y viguetas originales de madera vistas en la planta inferior, se ocultan bajo el techo que se pliega, buscamos la imagen de una gruta, mas abrupta, más lúdica, como elemento de relación social.
Los giros en los paramentos y en el techo, ocultan elementos de almacenaje, estructura e instalaciones, generando efectos sensoriales y ópticos al modificar la perspectiva. El hecho de ver la totalidad del ancho y largo de la casa en cualquier momento, en cualquier planta, genera el efecto de que aunque la casa es de reducidas dimensiones, la ilusión es que su superficie es mucho mayor.
Con la cerámica hexagonal y el césped artificial se diferencian zonas y usos dentro del mismo espacio, marcando espacios para el sosiego, para la lectura o para el juego.
La luz que se introduce en la casa de día, se reproduce de noche, la vivienda está orientada a norte, por lo que su luz es difusa a excepción de la cocina y la parte posterior del salón orientados a sur y oeste, unos cierres de vidrio texturizado, retroiluminados, permiten que de noche la luz entre por los mismos sitios, generando un efecto moaré, que distorsiona el movimiento, al gusto de las obras del artista alicantino Sempere, referente en la arquitectura de CRYSTALZOO.
Fuente noticia
CRYSTALZOO
Fecha de publicación
2019
Enlace web
www.crystalzoo.net