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2019 La nucía

Estadio Olímpico Camilo Cano y campo de fútbol
LA NUCÍA

Arquitectura deportiva de Crystalzoo

 

En el 2003 Olafur Eliasson inauguraba en la Tate Modern de Londres «The Wheather Proyect» donde exploraba los conceptos de la representación y la experiencia que tiempo después desarrolló en su libro «Los modelos son Reales». En el concluía que los modelos eran base de experimentación de sus siguientes proyectos, en otras palabras, toda su obra se contaminaba de su propia experiencia. De igual forma en Crystalzoo los proyectos se contaminan unos de otros, cada modelo real sirve para otro modelo, ayudando a generar una nueva realidad construida.

Este proceso es especialmente significativo en el Estadio Olímpico y en el Lab Nucia, dos proyectos coetáneos, con direcciones de obra paralelas que parten de algunas premisas conjuntas y se resolvieron con dos materializaciones y escalas totalmente diferentes. La primera trasparente, plástica e inmaterial, como parte de un objeto inconcluso  donde el sol es el gran protagonista y el segundo másico, resuelto con hormigón armado, un objeto terminado apoyado en su promontorio, que se protege del sol buscando las mejores vistas. Las ideas que comparten son las siguientes:

El concepto de plataforma, tan arraigado en la obra del arquitecto Jørn Utzon, como mecanismo que vincula el proyecto con el paisaje al generar un nuevo horizonte que confronta lo nuevo y lo lejano.

La contraposición entre el espacio liso y el estriado propuesto por Deleuze y Guattari en 1998, trabajando las circulaciones de la plataforma y del propio objeto siguiendo dichas directrices.

El trabajo de la pieza como un juego, un guiño a los antiguos “comecococos” infantiles, en cuyo interior el color era el verdadero protagonista.

La edificación del estadio se presenta como una nueva plataforma, un nuevo horizonte que se vincula con los cercanos montes Ponoch y el Captivador de la provincia de Alicante, los cuales, con sus pinadas enmarcan las vistas lejanas de nuestro proyecto. En el interior de la misma el programa mas complejo, 4 vestuarios, botiquín, sala de prensa, oficinas, almacenes, e instalaciones… con una materialización sobria, donde las circulaciones funcionan como una maquina reglada, como en el “espacio estriado” de Deleuze.

Este basamento se contrapone al “espacio liso” en la superficie de nuestro nuevo promontorio, un espacio abierto del público, mas dinámico, donde las circulaciones se establecen como un paseo, un juego de vistas y horizontes abierto a los paisajes. Un paseo para el publico ganado a la ciudad.

Esta plataforma acoge a nuestro origami, el cual se apoya en el, dando una escala mas humana que los grandes estadios y que como en el juego infantil se abre rojo para atraer al publico, a la marea roja de La Nucia que los domingos acuden a apoyar a su recién ascendido equipo.

Los pliegues traslucidos del policarbonato juegan con la luz del sol, que como en el proyecto de Olafur Eliasson lo invade todo, modificando la fisonomía del edificio a lo largo del día al jugar con la reflexión por los diferentes pliegues del Estadio, hasta que al anochecer se muestra su estructura interior al surgir la luz de los propios pliegues, cambiando sus color en función de su estado de animo.

Programa

Espacios deportivos

Estado

Construido

Cliente

Ayuntamiento de La Nucía.

Año Construcción

2019

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